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Cómo ser un buen gerente empresarial

La consultoría empresarial. Consejos para ser un buen gerente

Las pequeñas y medianas empresas enfrentan cada día enormes retos y desafíos, pero sobre todo el empresario que está detrás de ellas. Es una persona que normalmente solo o con su familia trata de cumplir el sueño de construir un negocio para producir un bien u ofrecer un servicio.

Normalmente ese negocio es la “vida del empresario” donde ha depositado sus esperanzas, sus sueños y su energía; muchas veces se confunde con su vida diaria y pasa a ser uno más de la familia.

La academia es un soporte con un valor inmenso para el empresario, los conocimientos adquiridos a través de un pensum de estudio son de aplicación diaria en su vida cotidiana, pero la experiencia, y sobre todo las realidades que enfrenta todos los días van creando un capital gerencial que es “propiedad” de cada uno, tiene su marca propia y se convierte muchas veces en un activo invalorable para la empresa y para la sociedad.

Cuando se les ha preguntado a los dueños de empresas, especialmente a las pequeñas y medianas, cuál es su principal problema o reto gerencial en el manejo de su negocio, la respuesta normalmente es que “tengo que organizarme”. Cumplir con el proceso de producción en una industria, entregar un buen producto y con calidad u ofrecer un servicio con estándares de excelencia son la preocupación permanente del que está al mando de una empresa, porque de ello depende la supervivencia de esta; pero el “día a día” se convierte en una carga enorme para ese empresario.

Resolver al mismo tiempo asuntos de finanzas, marketing, administrativos, contables, fiscales, legales, laborales, operativos, de ventas, de recursos humanos, entre muchos otros, son parte de la actividad con la cual un gerente debe enfrentarse desde que amanece hasta que se pone la tarde, y se convierte muchas veces en el mayor porcentaje de su dedicación. El tiempo más valioso debería estar dedicado a promover la productividad y la innovación en sus productos o servicios.

Por ello la consultoría empresarial esta tomando cuerpo y creciendo en el quehacer de las empresas. El consultor ya no es el extraño, es mas bien parte del equipo, a distancia, pero del equipo, que es llamado para temas específicos, para discutir aquellos que son de una experticia particular, en fin, para apoyar a ese empresario que en su soledad requiere de esa voz y experiencia para apoyarle.

Unos de los temas claves en esa consultoría diaria es la discusión sobre la estrategia, y dentro de la estrategia un capítulo fundamental es la revisión de los principios, visión y valores de la empresa, veamos algunos elementos que conforman estos tres elementos:

  1. Es muy importante dirigir con el ejemplo. Un Gerente debe dirigir con integridad, de acuerdo con valores, estableciendo una adecuada relación con cada uno de los que integran sus equipos de trabajo, dedicándoles tiempo de calidad para poder ayudarlos a que aprendan a aprender. Eso generará sin lugar a duda una atmósfera de reciprocidad, confianza y afecto, muy importante para poder alcanzar los objetivos que se persiguen.
  2. El Gerente del Siglo XXI debe actuar con base en principios que le impidan tomar caminos obscuros para alcanzar sus metas. Debe poner un muy alto interés para que la organización avance, facilitando que cada integrante de sus equipos de trabajo potencialice su talento; aumente sus conocimientos y destrezas y dé cada vez un mayor valor agregado a todo aquello que realiza.
  3. Jeffrey Fox recomienda como algo de significativa importancia evitar las intrigas y los chismes. Cuantas veces son los propios ejecutivos los que, en lugar de evitarlos, propician ese ambiente. Otras veces son empleados de niveles intermedios que piensan que un mecanismo para ascender consiste en descalificar a sus potenciales contendores. Cuánto daño produce esto a las organizaciones, a las personas y al propio chismoso o intrigante.
  4. La ética en los negocios y en el diario comportamiento es la forma más inteligente y menos estresante de vivir y convivir. Desde nuestra temprana edad hemos oído a nuestros mayores decir que el talento sin probidad es un azote. Por eso quienes revisen la Historia dentro de unos cuantos años encontrarán que figuras como Gandhi; Teresa de Calcuta o Nelson Mandela tendrán muchísima mayor trascendencia histórica que figuras que gozaron de altísimo poder como Hitler; Stalin; Mao o cualquiera de los dictadorzuelos latinoamericanos. Esto vale igual para los denominados «Capitanes de Empresas».
  5. Hoy como nunca en la historia, hay que dirigir con el ejemplo. Dirigir con integridad que no es otra cosa que hacerlo cómo quisieras que sean y actúen los demás. Generando confianza que es la resultante de hacer coincidir en la diaria actuación, valores y conductas. En resumen, un buen gerente debe actuar de acuerdo con los valores que pregona y exige a su equipo. 
  6. La integridad de los altos ejecutivos cimienta la confianza y el respeto de todos en la organización. La confianza no es otra cosa que la coincidencia de los valores y las conductas. La integridad se muestra en el diario accionar cuando este se realiza en concordancia con los valores y las formas de comportamiento que se les exige a los integrantes de los equipos de trabajo.
  7. Que importante es dirigir con el ejemplo. Dirigir con integridad actuando con valores que exiges a quienes integran tus equipos de trabajo. Ello produce un clima de confianza que solo se da cuando se logra en el grupo coincidencias entre los valores compartidos y las conductas. Ello nos permite descubrir a tiempo que es lo que no funciona adecuadamente, para saber por dónde tenemos que comenzar a mejorar. Obliga también a que como gerentes dediquemos tiempo de calidad a cada uno de nuestros supervisados para que crezcan y se desarrollen.
  8. En estos días me preguntaba si es lo mismo liderazgo y gerencia y llegue a la siguiente conclusión: el liderazgo tiene que ver con «LA VISIÓN» y la gerencia tiene que ver con “El PROCESO” para alcanzar esa visión. Ambos son imprescindibles. Los líderes tienden a ver el futuro (a donde se debe estar) y trasmiten entusiasmo para moverse en ese sentido. Muestran un camino. Los gerentes entienden los pasos que hay que dar para alcanzar el punto al cual se pretende llegar. Un líder no necesariamente tiene condiciones gerenciales, pero sí debe tener dosis de realismo. Un gerente requiere para su cabal desempeño, de algún grado importante de liderazgo para que sea oído y creído. Se puede ser líder y buen gerente a la vez, pero individuos así no abundan.
  9. Un viejo profesor me decía hace muchos años que dirigir no es más que un proceso para llevar a los «dirigidos» a donde debían estar. Ello implica que esos dirigidos puedan ver hacia donde deben empujar la carreta, así como los beneficios individuales y colectivos que obtendrán si se mueven hacia» donde deberían estar». Dirigir no es lo que se hace al equipo para que llegue. Es lo que se hace con el equipo para que pueda llegar.
  10. La integridad de los altos ejecutivos cimienta la confianza y el respeto de todos en la organización. La confianza no es otra cosa que la coincidencia de los valores y las conductas. La integridad se muestra en el diario accionar cuando se realiza en concordancia con valores y formas de comportamiento. Se debe vivir en concordancia con lo que se pregona.  
  11. Mucho se ha dicho y escrito en relación a que la actitud es lo que marca la diferencia. Eso es cierto, pero para cambiar hacia una actitud positiva no es necesario cambiar todo nuestro modo de pensar. Todas nuestras ideas. Es algo mucho más simple que eso. Basta con cambiar aquellos pensamientos recurrentes que bloquean que la actitud positiva fluya libremente. Y como cada uno de nosotros tiene la potestad de controlar su forma de pensar, en definitiva, también podrá controlar su actitud, que no es otra cosa que el marco a través del cual nos vemos a nosotros mismos, vemos a los demás y vemos al mundo que nos rodea.
  12. Nos dicen Lair y Eliana Ribeiro en «La Gran Oportunidad» (2005) que la persona ideal hoy en día es aquella que siente pasión por lo que necesitamos que haga, aunque en un principio no disponga de las habilidades necesarias para hacerlo. Comparto plenamente este señalamiento que debería ser norte para todos los departamentos de reclutamiento y selección de las empresas. Estimo que la aptitud puede mejorarse con aprendizaje. La actitud es más difícil de modificar.
  13. Un gerente sin adecuada madurez e inteligencia emocional siente que le es imprescindible desarrollar una imagen de » yo sé de todo». Ese gerente muy rápidamente perderá credibilidad porque sus supervisados notarán sus fallas y debilidades. El debería entender que su verdadera fortaleza no consiste en saber más que c/u de los demás integrantes de su equipo. Está en tener una mayor visión de conjunto, orientar adecuadamente y lograr sinergias en el desempeño de ese equipo de trabajo.
  14. El gerente del Siglo XXI debe comportarse en el liderazgo más como servidor que como jefe. Ha de ser un buen trabajador en equipo; altamente motivador; capaz de reconocer y valorar las ideas de los demás, para así lograr lo mejor de cada uno de ellos y además ser propulsor de un ambiente de aprendizaje permanente y camaradería en la organización para la cual trabaja.
  15. Si queremos que en cada una de nuestras empresas se viva con una cultura de integridad, se debe fomentar un ambiente de confianza y respeto en todos y cada uno de los niveles de la organización, teniendo muy claro que hoy como nunca antes, el trabajo creador es uno de los medios más importantes para pasar de ser individuo a ser Persona.

 

Todos estos elementos son típicos temas que un empresario puede discutir y conversar con un consultor, quien estará allí para escuchar, opinar y aconsejar. En un marco de confianza, pero es la voz diferente, fuera del entorno cercano del empresario, del día a día. La consultoría empresarial se instalará cada vez más en el uso cotidiano de la empresa, por su flexibilidad, menor costo, resultados tempranos.

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