Cuando se accede a una página web de una empresa o se recibe un dossier corporativo hay un elemento que se destaca en los primeros impactos: los valores de una empresa. Estos se suelen considerar como principios abstractos enunciados para hacer marca y fortalecer la reputación de la organización. Sin embargo, son algo más que una capa de marketing y publicidad. Los valores de empresa determinan el rumbo que ha de seguir en todos los órdenes (comercial, comunicativo, interno y de captación de talento), siempre y cuando sean coherentes, factibles y se implique toda la organización.
Índice
¿Qué son los valores de empresa?
No siempre es fácil definir cuáles son los valores de empresa para la propia entidad. ¿Qué son? Determinan las concepciones, modos y actuaciones que se comparte en toda la organización respecto a lo que es importante para el presente y el futuro de la empresa. Cuando todos los miembros las aceptan como propias, influyen en el comportamiento y en las decisiones que se toman en el seno de la compañía.
En la práctica, definir y seguir los valores de empresa aportan una serie de beneficios organizacionales claves para el éxito de la organización y determinantes para el cumplimiento de los objetivos.
Los valores en la empresa potencian el compromiso laboral de su fuerza humana, ya que los profesionales que la componen sienten orgullo de la organización. Esto redunda en una mayor implicación y compromiso con la compañía. Esto, a su vez, genera un efecto imán tanto para atraer a nuevo talento como para retener al ya contratado.
Además del impacto en el interior de la organización, los beneficios de tener y aplicar unos valores de empresa claros, definidos y consensuados, afectan también a la relación con los públicos y agentes externos.
Así, está demostrado que existe una mayor fidelidad en todos los grupos de interés para la compañía en aquellas empresas que respetan y potencian sus valores.
En consecuencia, no es difícil adivinar hasta qué punto se puede considerar como una ventaja competitiva para una organización que ésta defina, consensúe e involucre a toda la empresa con unos determinados valores corporativos.
Los valores de empresa ayudan a focalizar las metas empresariales, mejorando el rendimiento económico de la organización.
Cómo definir los valores en la empresa
Una vez se adopta como prioridad organizacional contar con unos valores de máximos, llega el momento de definirlos. Será la dirección la encargada de diseñar los valores de la empresa, ser coherentes con ellos y explicarlos y fomentarlos al resto de la organización.
La definición de los valores corporativos no es una simple declaración de intenciones a base de adjetivos y sustantivos genéricos. Serán parte del ADN de la empresa y por lo tanto deben ser concretos, realizables y coherentes con la actividad de la compañía.
Más allá de la misión, visión y valores
Hasta ahora, los valores de la empresa se han identificado erróneamente con la simplificación que supone la declaración de misión, visión y valores. Aunque sea parte, trasciende más allá.
Por su parte, la visión hace una proyección de la compañía en el tiempo, hacia lo que espera ser. En cierto sentido, es el faro o meta que guía la actividad de la organización.
Finalmente, los valores de una empresa conforman la ‘personalidad’ de la empresa, los principios en los que se basa en sus diferentes actuaciones (captación y retención de talento, comunicación, publicidad, relaciones públicas, patrocinios, y un largo etcétera). Para su definición, la dirección debe pensar en la compañía como si de una persona se tratara e identificar las conductas que esperaría de ella.
Los 7 valores de empresa claves para el siglo XXI
A lo largo de las décadas, la concepción de los valores empresariales se han adaptado a los cambios sociales. Una empresa no puede vivir a espaldas de la sociedad en la que opera. ¿Cuáles son los valores de una empresa del siglo XXI que más influyen en la consecución de sus objetivos? Nuestros profesionales independientes expertos en la definición de valores corporativos remarcan los siete siguientes.
1. Transparencia
En las sociedades de la información, que las organizaciones actúen con transparencia es vital. Se exige no sólo a nivel externo sino sobre todo interno.
De cara a la sociedad, hace que esta sea partícipe de la actividad empresarial, aunque también la hace más accesible de cara a las críticas. En cuanto a la organización interna, es una de las estrategias más efectivas para lograr la implicación y el compromiso en el talento contratado, siempre y cuando la empresa se rija por principios de equidad.
2. Sostenibilidad y Responsabilidad
Las empresas comprometidas al 100% y en todos sus elementos con la sostenibilidad y la responsabilidad social resultan más interesantes para los consumidores, que valoran aquellos proyectos que son en su ejecución y planteamiento respetuosos con el medio ambiente y comprometidos con la sociedad en la que operan.
3. Flexibilidad laboral
La flexibilidad horaria, el teletrabajo, la jornada continua o las facilidades para la conciliación familiar son algunas de las medidas más valoradas por un profesional de gran talento para decidirse por una empresa u otra si tiene ocasión de decidir.
Asimismo, aquellas empresas que valoran la diversidad en los grupos de trabajo y el trabajo en equipo, máxime si son internacionales, son más atractivas.
4. Liderazgo
Uno de los valores más potentes que puede desarrollar cualquier organización, independientemente del tamaño de su empresa es el liderazgo en alguna de las patas del sector o la sociedad en la que impacta. Ser considerados como líderes tiene una proyección inmensa como posicionamiento, al tiempo que genera sinergias con otros proyectos y fideliza al talento.
En este sentido, la búsqueda de la excelencia también será otro de los valores de empresa más buscados por los nuevos profesionales y operadores del mercado.
5. Innovación
Si bien es difícil implementar la innovación en las empresas de menor tamaño o en momentos de crisis, cualquier organización puede fomentar la creatividad y el talento de su plantilla y enfocarla a pequeñas innovaciones tanto para el sector, la sociedad o a nivel interno que ayuden a conseguir una implicación plena de todas las áreas.
Para ello, una cultura que fomente el trabajo en equipo y el desarrollo personal son claves. La diversidad también es crear equipos de trabajo que ofrezcan juicios diferentes a los mismos problemas, los investigue, y encuentre soluciones innovadoras.
6. Seguridad
La seguridad como máxima de trabajo para cualquier organización genera una confianza en todos los agentes implicados: desde clientes a proveedores, y por supuesto, para la propia organización. Una adecuada política de prevención de riesgos laborales redunda en grandes ventajas cuantitativas y cualitativas.
7. Simplicidad y efectividad
La simplicidad es un valor en alza que percibe tanto el empleado como el cliente. El minimalismo con compromiso de calidad se conceptúa como un valor muy apreciado para el consumidor en tanto se muestra que la empresa optimiza procesos y rendimientos, y no se trata de una organización que prioriza lo superfluo frente a lo práctico.
Una vez definidos los valores bajo los que se ha de regir la organización, es tiempo de que la dirección de estrategia marque cómo se van a incluir en el plan de objetivos, en la gestión del talento y en la relación con los diferentes stakeholders.
Español
Català
English